Y se apoderan de mí como fuego
que abrasa,
En el infierno de mi alma
confundida
De mi mente borrosa
Y me estrangulan con sus
crueles garras
Y me cuesta pensar y respirar
Y no puedo ver, me ciegan como
el sol
Y me envuelven con su abrazo venenoso
Y mientras ellos escalan y
escalan,
Yo caigo más y más bajo,
Y me hundo
En lo más hondo de mis
miserias
Mis miedos, mi angustia y mi
dolor.
Yo os maldigo, porque sois mi
creación
Y, a la vez, mi destrucción.
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